sábado, 15 de enero de 2011

Atahualpa y la filosofia Indigena












Atahualpa (quechua: Ata-wallpa 'gallo'[1] [2] ) fue el decimotercero gobernante inca, y aunque tuvo sucesores nombrados por los españoles es considerado como el último emperador incaico. Nació En 1500;[3] sin embargo, el lugar de su nacimiento es aún incierto.
Cuando Huáscar se coronó en Cuzco como emperador le causó mucha preocupación la simpatía de su hermano con el ejército, motivo por el cual le ordenó que se presentara en Cuzco. Atahualpa, convencido por sus generales de que si iba sería muerto, decidió organizar un ejército norteño y se declaró Inca en la ciudad de Quito. De esta manera se dio inicio a la famosa guerra civil inca.[4]
Logró vencer a Huáscar en 1532 en Quipaypan, cerca de Cuzco, tras lo cual Atahualpa se proclamó Inca o emperador, después de haber ganado la guerra se dirigió de inmediato a Cajamarca para conocer a los españoles, después de un inesperado ataque español fue hecho prisionero por Francisco Pizarro. En prisión mantuvo algunos privilegios: se le permitió seguir administrando el imperio, aprendió a leer y escribir, también mantuvo una relación amistosa con Francisco Pizarro.[5] A los pocos meses fue acusado de traición por los españoles, lo acusaron de ocultar un tesoro, conspiración contra la corona española y de matar a Huáscar. Para su rescate fue obligado a pagar dos habitaciones llenas, una de plata y otra de oro, además de mujeres, entre ellas, su prima Cuxirimay Ocllo quien fue traída desde el Cuzco y entregada como concubina a Francisco Pizarro. Aunque cumplió con su oferta, fue ejecutado de todas formas.[6] Escogió ser ahorcado después de bautizarse como cristiano; la otra opción era morir quemado si no se bautizaba.
Hay que resaltar que la filosofía indigena comparte con los taoístas del lejano Oriente un profundo respeto por la Naturaleza. En el pensamiento indigena americano la Naturaleza es algo más que un maestro perfecto ;la naturaleza es sagrada - Todas las cosas en la naturaleza tienen vida propia o espíritu propio: la tierra , el cielo,los árboles  los animales  y las personas . Antes de matar un venado o un conejo se le pedía permiso al espíritu del animal para matar con el fin de comer .
El ser humano no es considerado  maestro de la creación  con derecho a someter el mundo natural , incluyendo otros animales.
Para los indigenas el oro y la plata tenían un valor sagrado o religioso diferente a la concepción capitalista del hombre blanco , el oro y la plata tenían un valor económico y comercial.
Muchas leyendas recuerdan una especie de edad de oro en que los seres humanos y los animales vivían y hablaban juntos , cada uno aprendiendo de la sabiduría del otro.. Los indígenas veneraban los cielos y la tierra  y los puntos cardinales , como fuerzas sobrenaturales . La idea de que todo ser vivo o animado se denominaba animismo, de la palabra anima que significa alma y espíritu .



1 comentario:

  1. Esto de los españoles de la época engañando, traicionando y asesinando seres brillantes, se repite a lo largo de nuestra Historia latinoamericana.

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